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Mensajes - Fuquene Sergio

#1
Carpe Diem / Re:La Mente de un Psicopata
Marzo 10, 2020, 06:15:46 PM
Miembros: @Fuquene Sergio @Rodelo Diana @Rios Victoria @mendoza nayerlin @Hildalgo Yrianna



SOBRE LA PSICOPATÍA
11º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis 2010
www.interpsiquis.com - Febrero-Marzo 2010
Psiquiatria.com


No está loco, no es alguien que no comprenda lo que hace ni obre por impulsos. Planifica, sigue un
hilo coherente y eficaz en su objetivo y lo mantiene. No obró solo, nadie puede mantener un sistema
durante tanto tiempo sin secuaces. Pero, para acercarse algo al manejo de un psicópata, hay que
conocer el uso sutil del miedo, la ferocidad de la coerción, la ternura fingida, la maestría en la
manipulación, la mentira, la regulación armoniosa del terror y la esperanza: dos fantasmas que
agita ya para conseguir, ya para apaciguar. No es útil aquí el uso de la empatía. No podemos estar
en su lugar. Sólo nos está permitido observar el horror de la desmesura.
Hugo Marietan, marzo 2009
La formación de la libertad interior
¿Cómo es el proceso de la libertad interior?, ¿cuándo se produce? Es un proceso que se van dando
a lo largo de toda la vida. Es una resultante entre el deseo del individuo y las limitaciones del medio.
Esto es lo que dejan hacer las leyes y esto es lo que yo quiero hacer.
La acentuación de esa tremenda batalla entre la ley introyectada y la ley por la que el sujeto quiero
regirme se da en la adolescencia. En la adolescencia se da la enorme rebeldía de querer imponer
su propia ley. En la cadena que forma la ley del otro introyectada, en la cadena de la ley que le
formaron los otros, el adolescente siente la necesidad de cortar algunos eslabones, tirarlos y poner
algunos eslabones propios, para poder tener una identidad propia y para saber cómo pararse frente
a la vida. Debe, nada menos, que crearse una identidad. Es por eso que ciertas conductas del
adolescente nos parecen tan "locas". Los adultos, que tenemos ya estabilizado nuestro sistema, ya
sabemos que podemos hacer y que no y sabemos cómo reprimirnos. Y nos resultan raras las
rebeldías del adolescente, y, en realidad lo que está haciendo el adolescente es construyéndose a sí
mismo, es la gran etapa de creación en el ser humano. En esta etapa él decide una cosa
importantísima, si va a seguir sus propios sueños o si va a trabajar para los sueños de los demás.
Este proceso de creatividad de la individualidad, lo saben milenariamente los militares y los
religiosos, por eso los captan a sus integrantes de muy chicos, y sobre todo ponen mucha
acentuación en la adolescencia para inculcarles las doctrinas. Y una vez inculcadas esa mente queda
dogmatizada.
La adolescencia es una etapa dolorosa que viven la mayoría de las personas, sin embargo hay un
tipo de personas que no pasa por esta etapa para construir su propia libertad interior, ese es el
psicópata.
#2
Carpe Diem / Re:La Mente de un Psicopata
Marzo 10, 2020, 06:10:13 PM
Miembros: @Fuquene Sergio @Rodelo Diana @Rios Victoria @mendoza nayerlin @Hildalgo Yrianna




Conclusiones y discusión
La reformulación del concepto de psicopatía por la
Psicología Criminal y Forense y su separación respecto de la tradición médico-psiquiátrica ha tenido
lugar a lo largo de un proceso histórico cuyos primeros albores apuntan exactamente en el momento en
que Cleckley comienza a estudiar a los psicópatas
que le llegan a su clínica privada, cobrando la psicopatía una verdadera realidad psicosocial y entidad
propia en el mismo momento en que el doctor Hare
retoma los estudios de aquél y los separa del enfoque
psiquiátrico y psicopatológico en el que había estado
encapsulado desde antaño. De esta forma, la psicopatía pasa de ser un concepto nosológico excesivamente amplio, vago y difuso, aceptado y rechazado
simultáneamente por la APA, a ser un constructo psicológico válido y fiable para los nuevos tiempos. Así,
con la aparición del PCL-R, el constructo de psicopatía queda definitivamente operacionalizado, cobra un
auténtico valor empírico que antes era meramente
descriptivo sólo a nivel clínico.
Sin duda alguna, como hemos visto, el concepto de
psicopatía ha sido una fuente constante de controversia y confusión55 a lo largo de los distintos períodos históricos56. Sin embargo, las implicaciones
psicosociales, criminológicas y legales de esta anomalía de la personalidad no son nada desdeñables y
debemos contribuir a la investigación para que las
causas de la misma sigan cobrando aún mayor
claridad científica57-59.
En vistas de la actual discordancia mantenida sobre
el constructo de psicopatía por nuestra Jurisprudencia y Doctrina (tema que abordaremos en una Parte
II de esta amplia revisión y análisis), quizá no seamos muy atrevidos al aseverar que buena parte de la
"culpa" de esta situación descansa, paradójicamente, en el también disenso, aunque en mucha
menor medida, que aún sigue existiendo entre ciertos sectores clínicos y el gremio de investigadores
que dedican sus esfuerzos al estudio de la psicopatía. De ser así, el problema debiera solucionarse de
inmediato consensuando posturas aisladas y minoritarias muy alejadas del consenso generalizado.
Tampoco podemos anclarnos en la errónea premisa
que suele hacerse muchas veces de que todos los
estudios de investigación sobre la psicopatía están
realizados con muestras fundamentalmente norteamericanas, puesto que el PCL-R está publicado en
inglés y baremado para la población citada. Esto no
es cierto: los estudios realizados en España con psicópatas, si bien no son tan numerosos como los foráneos, existen53,59-63, por no mencionar el hecho de
que el PCL-R ha sido convenientemente estandarizado para muestras penitenciarias españolas hace
ya 10 años64, estando actualmente publicado por
TEA Ediciones en España.
Hoy por hoy, la división de la psicopatía en una vertiente emocional-afectiva anómala y otra vertiente
conductual antisocial constituye un logro irrenunciable de los diversos estudios de Hare et al, así como
también de todos aquellos estudios en los que se ha
empleado convenientemente el PCL-R como procedimiento único de evaluación y diagnóstico de la psicopatía. Habiéndose demostrado en reiteradas
ocasiones que psicopatía y TAP no son la misma entidad65-70, no es aventurado decir que la psicopatía
absorbe al TAP, es decir, que el TAP queda comprendido dentro de los rasgos o ítems del Factor 2 del
PCL-R, aunque no necesariamente lo asume como
imprescindible para la calificación o diagnóstico de
psicopatía. En este sentido, quizás no insistamos lo
suficiente cuando volvemos a recordar que psicopatía no es sinónimo de criminalidad o, en otras palabras, que ni todos los psicópatas son delincuentes,
ni todos los delincuentes son psicópatas63.
Cuad Med Forense 2011;17(3):123-136



#3
Carpe Diem / Re:La Mente de un Psicopata
Marzo 10, 2020, 06:05:51 PM
Miembros: @Fuquene Sergio @Rodelo Diana @Rios Victoria @mendoza nayerlin @Hildalgo Yrianna



Regreso al presente y futuro: una
reformulación necesaria
Las diversas tipologías o subtipos de psicópatas
Ante todo este panorama, es posible que las numerosas tipologías existentes de psicópatas tampoco
hayan contribuido a clarificar el concepto más general de psicópata, el cual sigue siendo actualmente
impreciso para algunos autores. Lamentablemente,
los amplios esfuerzos doctrinales de, por ejemplo,
Michael J. Craft han sido desoídos con frecuencia.
En su influyente obra de 1966 Psychopathic Disorders and Their Assessment, Craft43, después de revisar el desarrollo histórico de esta categoría tan
ambigua, concluyó que dos son los rasgos distintivos
de una personalidad psicopática: 1) una incapacidad
para responder emocionalmente en situaciones en
las que se esperaría alguna respuesta, tratándose de
una personalidad normal; y 2) una irresistible tendencia a actuar impulsivamente. En base a esto, el
autor estableció que de estos dos rasgos distintivos
generales se derivarían otros rasgos secundarios:
agresividad, ausencia de sentimiento de culpa, falta
de motivación o pulsión positiva, no influenciabilidad
por el temor al castigo, etc.
Sin embargo, recientemente se han venido realizando diversos estudios empíricos que han probado
que las tipologías de psicópatas no sólo son diversas
sino, además, necesarias. Tal es el caso de, por
ejemplo, la investigación llevada a cabo por Hugues
F. Hervé, J. Yong Hui Ling y Robert D. Hare, presentada como ponencia en una Conferencia celebrada en
New Orleans bajo el título de La Psicopatía Criminal
y Subtipos44.
Partiendo de la base de que el concepto de psicopatía contenido en el PCL-R se compone de las cuatro
facetas anteriormente expuestas, se podría hablar de
subtipos de psicópatas. Al mismo tiempo, considerando que este instrumento consta de 20 ítems o
rasgos, existen distintas combinaciones que pueden
llevar a que se obtenga un puntaje elevado (igual o
mayor que 30), debiendo tener al menos 2 puntos
en 10 ítems y 1 en los demás. Como ya estableciera
Hare1, la psicopatía puede considerarse, en vistas de
la polémica generada al respecto, tanto una categoría discreta (o taxón) como una categoría continua
(es decir, un continuo dimensional que, según las
puntuaciones del PCL-R puede ir desde más hasta
menos psicopático). En consecuencia, no todas las
personas que delinquen y que obtienen un puntaje
elevado en el PCL-R son iguales.
Para demostrar esta hipótesis, Hervé, Ling y Hare44
llevaron a cabo un análisis de los resultados obtenidos en reclusos con puntajes elevados en el PCL-R.
De acuerdo al puntaje obtenido por ellos en cada una
de las cuatro facetas, identificaron tres grupos o subtipos de psicopatía y un cuarto grupo de pseudopsicópatas o sociópatas. Este estudio tuvo sus
consecuencias posteriores, ya que le valió a Hare
para que puliera su PCL-R y publicara en 2003 su
segunda edición. Los 3 subtipos de psicópatas hallados fueron los siguientes:
– Clásico o prototípico: puntaje elevado en las
cuatro facetas.
– Manipulador: puntaje alto en la Faceta 1 (Interpersonal) y en la Faceta 2 (Afectiva), y más
bajo en las otras dos facetas.
– "Macho": puntaje bajo en la Faceta 1 y alto en
las demás.
Tras los resultados obtenidos del total de la muestra,
un 32% correspondía al psicópata clásico o prototípico, un 25% al manipulador, un 27% al "macho" y
un 16% al pseudopsicópata o sociópata. El hallazgo
más destacado fue que los tres primeros subtipos habían obtenido un alto puntaje en la Faceta 2 (Emocional, Afectiva), mientras que los pseudopsicópatas
o sociópatas eran completamente distintos, habiendo obtenido un puntaje significativamente inferior en esta faceta.
Una de las principales implicaciones de este estudio
se relaciona con la posibilidad de tratamiento de
estos sujetos. Dado que la psicoterapia apela principalmente a las emociones, ésta podría resultar más
efectiva para el grupo de los sociópatas que para los
tres subgrupos restantes, debido a sus características
emocionales45. En este sentido, resulta evidente que
el puntaje obtenido en el PCL-R es relevante no sólo
para evaluar la respuesta a los tratamientos psicoterapéuticos, sino también, como pasamos a ver a
continuación, como factor con gran capacidad
predictiva del riesgo de peligrosidad, violencia y
reincidencia46.
Cuad Med Forense 2011;17(3):123-136
#4
Carpe Diem / Re:La Mente de un Psicopata
Marzo 10, 2020, 06:01:51 PM
Miembros: @Fuquene Sergio @Rodelo Diana @Rios Victoria @mendoza nayerlin @Hildalgo Yrianna



El psicoanálisis y sus explicaciones circulares:
los delincuentes por sentimientos de culpa
A medida que los nuevos conceptos y teorías del psicoanálisis se fueron consolidando durante la década
de los años veinte, las nociones preliminares y más
extendidas en relación con el carácter de los psicópatas fueron el objeto/tópico principal de las publicaciones de los clínicos, cada uno de los cuales partía
de su escuela de pensamiento. La mayoría se vieron
enfrascados en esta tarea gracias a un texto de
Freud18 titulado "Algunos tipos de carácter observados con el trabajo psicoanalítico". En este texto,
Freud describió "actos peculiares" que no parecían
ser propios del carácter del individuo. Al exponer la
dinámica subyacente a un subgrupo de estos casos,
refiriéndose a la "criminalidad a partir de un sentido
de culpa" (los denominados delincuentes por sentimientos de culpa), Freud18 escribió lo siguiente:
El trabajo analítico lleva a la sorprendente conclusión de que tales acciones se producen precisamente porque están prohibidas y, al llevarlas a
cabo, la persona disfruta de una sensación de alivio mental. Sufren una sensación aprensiva de
culpa, de la que no conocen el origen, y, una vez
que han cometido la acción prohibida, la opresión
se mitiga (p. 342).
Este texto freudiano fue el desencadenante de numerosos trabajos clínicos de otros psicoanalistas y
neopsicoanalistas. Entre los que se escribieron desde
principios hasta mediados de los años veinte cabe
citar el Joven Díscolo de Aichhorn, el estudio de
Reich sobre El Carácter Esclavizado por el Impulso,
el análisis de Abraham sobre la vida e Historia de
un Impostor, y los trabajos de Alexander en torno al
"carácter neurótico".
Aunque Partridge lo intentó y los psicoanalistas continuaban sin salir de sus clásicas explicaciones de
tipo circular (como las califica Hare19), la propuesta
de emplear el término sociopatía como sustituto del
127
JM. Pozueco Romero et al.
Cuad Med Forense 2011;17(3):123-136
de psicopatía no llegó a buen puerto6. Si bien es
cierto que actualmente los norteamericanos son asiduos empleadores del término sociopatía, el gremio
científico, en general, sigue manteniendo la nomenclatura tradicional de psicopatía y han establecido
sutiles diferencias. Así, mientras el problema subyacente del psicópata se encuentra en "algo" interno a
su misma estructura de personalidad, el de los sociópatas descansaría, más bien, en la estructura de las
características de la sociedad de cada momento.
Lejos de posicionarnos en uno u otro sentido, lo
cierto es que ambos conceptos, si bien no son totalmente contradictorios, pueden emplearse -pero no
indistintamente, ni tampoco como si fueran intercambiables- siempre y cuando estas diferencias se
subrayen.
Cuad Med Forense 2011;17(3):123-136

#5
Carpe Diem / Re:La Mente de un Psicopata
Marzo 10, 2020, 05:52:33 PM
Miembros: @Fuquene Sergio @Rodelo Diana @Rios Victoria @mendoza nayerlin @Hildalgo Yrianna


Las personalidades psicopáticas: ¿o, más bien,
psicopatologías de la personalidad?
Como bien ha advertido el profesor García-Pablos de
Molina en su Tratado de Criminología8, desde que
en 1896, en la primera edición de su obra seminal,
definiera Kraepelin la personalidad psicopática9, la
doctrina psiquiátrica ha polarizado en torno a esta
categoría buena parte del debate científico. En el
momento de verificar posibles conexiones entre
anomalía o trastornos psíquicos y crimen, el concepto de psicopatía ha ocupado un papel estelar, a
pesar de que su delimitación no concite precisamente consenso alguno (con razón se ha dicho que
no existe "el" psicópata10, ni dos psicópatas iguales):
el número y la heterogeneidad de las personalidades
psicopáticas (tipologías), la etiología muy diversa que
se atribuye a tales cuadros clínicos y los rasgos de
personalidad descritos en cada caso demuestran la
complejidad y controversia del problema.
Fue el psiquiatra alemán Emil Kraepelin quien en
1903, con la séptima edición de su influyente obra
Psychiatrie: Ein Lehrbuch11, vino a poner un poco
de sentido al sinsentido histórico que el concepto de
psicopatía había recorrido hasta entonces. Aunque
seguían resonando ciertos ecos de la antaño
manía/locura sin delirio, Kraepelin comenzó a hablar
de los estados psicopáticos y, sobre todo, de las personalidades psicopáticas12,13. Ya en esta época, él
fue quien primero advirtió que los psicópatas ni se
encontraban recluidos dentro de los sanatorios mentales -los llamados, por aquel entonces, manicomios- ni tampoco sólo se circunscribían al submundo
delincuencial.
Veinte años después, el doctor Kurt Schneider14, otro
psiquiatra alemán y pupilo de Kraepelin, tomó el testigo de éste y lo plasmó en su ya clásica obra Die
Psychopathischen Personlichkeiten ("Las Personalidades Psicopáticas"), sin duda la obra más influyente en los postulados teóricos y nosológicos de las
posteriores clasificaciones psiquiátricas internacionales, tanto la de la American Psychiatric Association (APA) como la de la Organización Mundial de la
Salud (OMS).
Lo que hizo Schneider fue poner de manifiesto que
existían, para él, hasta diez subtipos de personalidades psicopáticas –hipertímicos, deprimidos, miedosos, fanáticos, vanidosos, lábiles, explosivos, fríos,
abúlicos y asténicos–, subtipos que, curiosamente,
se parecen sobremanera a los actuales diez trastornos de la personalidad recogidos en el DSM-IV-TR
de la APA. Otra de las novedades que hizo notar este
autor fue advertir sobre lo que ya había apuntado su
mentor, es decir, que los psicópatas se encontraban
también fuera de los contextos penitenciarios. En general, y muy conocida, la fórmula de Schneider14
definía las personalidades psicopáticas con una
frase que ya ha quedado para la posteridad:
"aquéllas que por su anormalidad sufren o hacen
sufrir a la sociedad" (p. 17).
Aunque las personalidades psicopáticas de Kraepelin
y de Schneider supusieron un cierto nuevo aire en la
comprensión del concepto de psicopatía tal y como
lo entendemos en la actualidad, quizás podríamos
reprocharle a ambos el hecho de que enmarcaran la
psicopatía dentro de un sistema psicopatológico en
el que, en ningún caso, tiene hoy cabida este constructo, ya que, precisamente, una de las características esenciales de la psicopatía es la ausencia de
manifestaciones psicopatológicas de cualquier tipo.
Por tanto, Kraepelin y Schneider describieron, para
ser más exactos, una serie de psicopatologías de la
personalidad, más que personalidades psicopáticas
sensu stricto.
Cuad Med Forense 2011;17(3):123-136