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por que las personas tienen una mal concepto hacia los enfermeros

Publicado por Garzon Valentina, Marzo 19, 2020, 03:44:10 PM

Candia Vanesa

Se enfrentan a una tremenda sobrecarga de trabajo, la frustración, el agotamiento físico y mental, la situación de aislamiento y la gestión de gran cantidad de pacientes con emociones negativas
Impotentes. Viendo a pacientes morir solos, a familiares buscando a sus seres queridos para descubrir más tarde que han fallecido. Les gustaría poder hacer más de lo que hacen. Atender en mejores condiciones, disponer de más camas, material, personal... Algunos se plantean: «¿vale la pena ser médico si no podemos salvar
Efectos negativos del estrés mantenido

Una persona experimenta estrés cuando se enfrenta a situaciones que sobrepasan sus recursos y percibe que no puede darles una respuesta adecuada. El estrés es una respuesta adaptativa del organismo que sirve para prepararse para la acción. Pero cuando se mantiene en el tiempo pueden aparecer efectos perjudiciales sobre la salud.

Sin duda, el personal sanitario es uno de los colectivos profesionales que sufre mayor nivel de estrés laboral, sobre todo en momentos como el que vivimos ahora con la pandemia de COVID-19.

Entre las consecuencias negativas del estrés crónico está el síndrome de «estar quemado» con el trabajo. Sus rasgos principales son: agotamiento físico o emocional, actitud fría con los demás, y bajo o nulo sentimiento de realización personal.

Los resultados de nuestros estudios sobre el estrés laboral que sufren los profesionales que trabajan en los servicios de urgencia y emergencia extrahospitalaria indican que los médicos de este tipo de servicios experimentan un importante cansancio emocional. Este agotamiento puede ser debido a su responsabilidad en la toma de decisiones, a la presión a la que están sometidos por los usuarios o a las condiciones laborales.

Sin embargo, son profesionales que se sienten realizados con su trabajo. En todos los cursos que he impartido siempre me ha admirado su entrega y habilidad para afrontar situaciones complicadas. Y eso contrarresta el efecto negativo del cansancio emocional
Minimizar los efectos negativos

En la situación actual, el personal sanitario demanda fundamentalmente tres cosas:

-Apoyo material, sobre todo medidas de protección para poder trabajar de forma segura.

-Información clara, precisa y esquematizada sobre la situación y su forma de actuar.

-El apoyo humano de sus superiores, a través de mensajes y presencia física o virtual reiterada.

En estas circunstancias, resulta fundamental que no solo cuiden de sus pacientes sino también de sí mismos. Estos son algunos consejos para llevarlo a cabo:

Apoyo psicológico

Algunos profesionales sanitarios necesitarán apoyo psicológico. Cuando pase toda esta situación de estrés mantenido, pueden encontrarse agotados, con problemas de ansiedad, depresión o incluso sufrir estrés postraumático.

El Colegio Oficial de Psicólogos está poniendo en marcha un recurso gratuito para ofrecer atención psicológica a distancia a los afectados. Además, dispone de distintos documentos en su página web con recomendaciones.

Tampoco hay que menospreciar el importante apoyo recibido por la ciudadanía. Es muy loable la iniciativa popular de dedicar un momento diario a aplaudir su labor. Pero más valioso aún es que, cuando nos acerquemos a los servicios de urgencia y hospitales, no olvidemos la presión a la que están sometidos. Tratemos de comportarnos con serenidad y conservando las buenas formas.

Los datos obtenidos a partir de nuestros estudios indican que un alto porcentaje de profesionales reciben amenazas, insultos o incluso agresiones físicas de pacientes o sus familiares. Afortunadamente, en las últimas semanas estos hechos ocurren con menor frecuencia.

Sin embargo, una enfermera nos contaba que sigue habiendo ciudadanos que cuando no reciben la contestación que ellos quieren insultan y amenazan. No siempre podemos ser atendidos los primeros. Ellos son los que conocen el tratamiento más adecuado para cada paciente. El personal sanitario está para ayudarnos, pero necesitan de nuestra colaboración y paciencia.


https://www.diariovasco.com/sociedad/salud/afecta-pandemia-personal-20200331093946-ntrc.html

Candia Vanesa

a profesión de enfermeria tiene antiguas raíces históricas en todos los países de mundo. Aunque la organización de le enfermería difiere entre los países en aspectos como qué tareas desempeña la enfermera, quilén hace qué, nivel minimo de educación, etc, en lo que se refiere a las funciones básicas de la enfermera se advierte una uniformidad internacional. Esas funciones comprenden generalmente la promoción y la restauración de la salud, la prevención de la enfermedad y el cuidado de los enfermos. Aún cuando algunas de éstas funciones son responsabilidad también de otras profesiones de salud, son las enfermeras quienes han proporcionado los cuidados necesarios a los enfermos.

En este sentido los conocimientos propios de la enfermeria pueden ser considerados como la ciência de los cuidados, así como la ciência de la curación es propia de la medicina. La ciência de la curación comprende el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, domínio reconocido del médico. En cambio, la ciência de los cuidados está enfocada hacia los conocimientos necesarios para la atención de los enfermos, y comprende el confort, el alivio del dolor y otras sensaciones desagradables, la creación de condiciones favorables para el reposo y el sueño, la minimización de las complicaciones creadas por la hospitalización, la ayuda al paciente para que pueda sobrellevar las consecuencias de su enfermedad, la enseñanza a enfermos y familiares de la medida en que se debe asumir la responsabilidad de algunos aspectos de la enfermedad y la atención necesaria.

Si bien algunas actividades de la enfermera se relacionan directamente con el cumplimiento del tratamiento ordenado por el médico y dirigido a la curación, y algunas tareas del médico comprenden aspectos del cuidado de los enfermos, en general los dos campos del cuidado y la curación son del dominio respectivo de la enfermera y del médico. Las funciones del cuidado y la curación son complementarias puesto que ambos son aspectos necesarios e importantes de la salud. Tanto a la enfermeria como a la medicina interesan otros aspectos de la atención sanitária como la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, pero son las funciones principales de la atención y de la curación las que son propias e enfermeras y médicos.

La enfermería, la medicina y otras profesiones sanitarias deben interesarse, no solamente en mejorar sua propia práctica, sino además en mantener y superar las normas sanitarias fijadas. Ninguna profesión sanitaria puede operar aisladamente sin considerar el contexto total de la atención de la salud. Si bien cada profesión se concentra en principio en su propia práctica y sus propios profesionales, debe estar preparada a hacerse cargo si es necesario, de otros aspectos del contexto sanitario y social en que opera.

https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-71671979000100008

Candia Vanesa

El reto no es sólo de los profesionales de Enfermería, ni de los líderes, o los docentes. Creo que, fundamentalmente, el reto es de la sociedad y, en particular, del sistema de salud (público y privado) en el que trabajan la mayoría de las enfermeras. Pero no sólo en el sistema de salud, hay trabajo de enfermería en otras áreas: servicios sociales, educación, asociacionismo, cooperación, etc.
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En primer lugar, la enfermería ha de poder demostrar sus competencias propias en todos los ámbitos de trabajo. Los usuarios reclaman profesionales con habilidades de comunicación, que permitan la expresión de la queja, que escuchen las necesidades, los miedos, las dudas, que sean sensibles a sus limitaciones, que les den confianza, que transmitan esperanza, que les capaciten para el autocuidado.

Las enfermeras saben y deben personalizar los cuidados: evaluando las necesidades de cada paciente, de cada persona con la que desarrollan su trabajo, proponiendo y planificando intervenciones que resuelvan, o ayuden a resolver, los problemas detectados. Los diagnósticos enfermeros, las intervenciones de enfermería y los resultados esperados de las mismas deben ser los ejes de la actuación profesional.

Las enfermeras han de seguir desarrollando su rol educador y ampliando este rol a otros ámbitos no sanitarios: promoción de la salud de niños y jóvenes, en salud laboral y prevención de riesgos, en la promoción del envejecimiento activo, etc.

Los profesionales de enfermería han de poner en valor su capacidad de apoyar a la familia en su rol de cuidador: en el ámbito domiciliario, en atención primaria y hospitalaria. Las enfermeras actúan como agentes promotores de salud, como evaluadoras, gestoras, planificadoras de cuidados y han de ser la referencia de quienes prestan algunos de esos cuidados básicos: las cuidadoras familiares de enfermos, ancianos, niños o dependientes.

Nuestros profesionales tienen una visión continuada e integral de los procesos y eso les permite intervenir frente a diferentes factores determinantes de la salud y la enfermedad y proponer acciones que optimicen las capacidades y recursos de los ciudadanos, las familias y las comunidades con las que trabajan. Una enfermera comunitaria, por ejemplo puede proponer adaptaciones en la vivienda, cambios en el estilo de vida que eviten riesgos para la salud, poner en marcha recursos sociales para apoyar a una persona discapacitada a ser más autónoma, poner en contacto a un enfermo con una asociación de afectados que dispone de grupos de autoayuda, evaluar la adecuación de un tratamiento o la dificultad de su seguimiento, y mucho más.

En una entrevista reciente una de las enfermeras docentes, experta en la convergencia europea de Enfermería, señalaba que los profesionales de enfermería estamos infrautilizados en nuestra sociedad. Estoy de acuerdo con ella. Como causas de esta infrautilización señalaba el paradigma dominante en el sistema de salud y la creciente mercantilización de la atención de salud. La preeminencia del modelo biomédico no ayuda a desarrollar nuestras funciones propias: cuando las enfermeras emplean la mayor parte de su tiempo en actividades derivadas de órdenes médicas, estamos perdiendo un potencial de valoración de necesidades y planificación de cuidados que complementan y colaboran en la resolución de los problemas de salud de la población. Por otro lado, cuando la medida de resultados se ofrece exclusivamente en términos económicos y monetarios no es fácil visualizar el valor de los cuidados, no es fácil hacer notar la calidad de atención: ¿Cómo constatar que importa el cuidado que se ponga en los cuidados? ¿Cómo medir la calidad de los cuidados de enfermería? Hemos de seguir profundizando en indicadores, criterios y métodos que visualicen el trabajo de enfermeras y enfermeros en el ámbito hospitalario y en atención primaria. Indicadores y criterios que nos sirvan para reflexionar a todos, para ponderar los recursos que se destinan a las distintas medidas de atención y para guiar las decisiones en política sanitaria. Y las enfermeras no pueden ser el colectivo profesional con el que abaratar costes salariales, no pueden estar a merced de intereses económicos de las políticas que recortan gasto social o de las empresas privadas que, en su afán de lucro, contratan precariamente al personal de enfermería, entre otros.




                                                  https://www.miciudadreal.es/2007/05/04/que-pueden-aportar-las-enfermeras-a-la-sociedad/